Ana Sánchez y Vega

Ana Sánchez
ANA SÁNCHEZ CABEZA
- Equipo Perros y Letras en la provincia de Madrid con Vega.
FORMACIÓN
- Licenciada en Psicología (UNED).
- Taller de Intervenciones Asistidas por Animales (3ª Edición) (Universidad Autónoma de Madrid).
- Aplicación de las IAA a Menores con TEA (dogtor animal).
- Seminario de Adiestramiento de Perros de Terapia (adiestralo.com).
¿POR QUÉ TE GUSTAN LOS PERROS Y/O OTROS ANIMALES?
¡Nací con la pasión incluida!
Desde bien niña si un animal necesitaba cuidado, allí estaba yo; las series y documentales sobre animales eran mis preferidas y todavía recuerdo como si fuese ahora mismo, la alegría que sentí cuando mi primera perra, Truska, llegó a mis brazos.
Además, de niña era tremendamente tímida y ellos, junto con los libros fueron mi refugio y mi ayuda. Gracias a mis perris, durante los paseos, relacionarme con otras personas me era sencillo. Ellos me proporcionaban el ambiente que necesitaba para hacerlo con tranquilidad. Tal vez porque solo con mirarnos a los ojos, nos decíamos todo.
¿POR QUÉ DECIDÍSTE UNIRTE A PERROS Y LETRAS Y AL PROGRAMA R.E.A.D.®?
Decidí unirme a la familia de Perros y Letras R.E.A.D.® por varios motivos:
- Creo firmemente en la Terapia con Animales y en los beneficios que nos produce tener al lado un animal y acariciarlo.
- Los niños son mi debilidad. Mirarles es ver el futuro. Me preocupa que puedan tener una infancia infeliz y mi vocación ha sido y es ayudarles a superar sus dificultades.
- Soy una apasionada de la lectura.
- Buscaba un lugar en donde poder unir todo lo anterior y que además fuese organizado, serio, comprometido, cooperante y que además no tuviese miedo a que entidades Oficiales demostrasen de manera científica sus resultados.
¿Y cuál es el resultado de unir todo lo anterior? Perros y Letras R.E.A.D.® España

Vega
VEGA
Me llamo Vega, como la estrella.
Nací en el año 2014 y soy una perrita de “raza única”, mezcla de Bretón Español y Grifón.
Vivía en un albergue a donde llegué muy malita, con mis ocho cachorritos recién nacidos, después de que nos hubieran tirado a un contenedor de basura.
Mis niños pronto encontraron familias que les quisiesen. Yo no porque era mayor. Pero un día llegó Ana, que vio la bondad de mi mirada y me adoptó.
Cuando estoy en casa me gusta la calma y dormir. Si la puerta está abierta, disfruto olisqueando todos los rincones del jardín y tumbándome después al sol.
Todos los días hago ejercicio y si salgo al campo no me canso de seguir rastros, correr y bañarme en los arroyos que encuentro.
Ahora bien, ¿sabéis que otra cosa me encanta como al resto de mis compañeros de Perros y Letras? Estar con niños. Por eso empecé a ir a los coles, a escucharlos leer. ¡La de cosas que me han enseñado!
Yo también les ayudo a ellos.
Cuando noto su esfuerzo porque una palabra es difícil, pongo mi cabeza sobre sus piernas para animarles. Y si se distraen, como yo no puedo hablar, me siento para pedirles que sigan con la historia que me están leyendo.
A veces, ellos apoyan el libro sobre mí y mientras leen me acarician. ¡Cómo me gusta!
Me lo paso tan bien que cuando veo la alfombra roja en la que se sientan, voy a tumbarme en ella rápidamente para que puedan empezar cuanto antes. Y cuando termina la lectura, me tienen que pedir que me levante, porque estoy tan a gusto que seguiría más tiempo.
¡Soy una perrita muy feliz!