Xirto

Xirto era un perro bondadoso y sabio. Tanto, tan sabio, que consiguió lo increible: ser un perro guía y un perro READ al mismo tiempo. Que sepamos, es el único perro que alguna vez ha logrado ser ambas cosas.
Xirto fue muy especial por su sensibilidad, su paciencia y su sociabilidad. No obstante todas estas características, había dos que sobresalían sobre todo. La primera es que era un gran glotón, capaz de hacer cualquier cosa por comida. Incluso para estándares de Labrador.
La segunda es que cuando él quería algo, era un gran manipulador, ya que lograba convencerte de que hicieras lo que él quería de tú hicieras y que encima pensaras que había sido idea tuya. Y todo esto, sin moverse de su colchoneta. Pero como era tan cariñoso y tan dócil, se le perdonaba y provocaba sonrisas y ternura a su alrededor. Xirto era pacífico hasta la exageracion y valiente hasta el absurdo; hubo quien lo llamó "un Mahatma Gandhi perruno". Por último, se comportaba como un caballero con los gatos, a los que siempre respetó y que lograba que se sintieran seguros y cómodos en su presencia. ¡Todo un logro!
Si Xirto tenía un defecto (dejando aparte su glotonería) era su exagerado miedo al agua. ¡La odiaba! Pero en una ocasión llegó a tirarse al mar para "salvarme" porque me vió nadando y pensó que entre tanta agua "malísima" yo estaría en peligro. Eso también dice algo sobre su valor a toda prueba incluso frente a su miedo, pero esa es otra historia.
Empezó su carrera siendo mi perro guía. Tal vez sea exagerado decir que era el mejor guía del mundo, pero sí que fuimos una excelente unidad (guía mas usuario). Xirto demostró desde un principio una inteligencia extraordinaria (¡incluso para estándares de perro guía!), un caracter de gigantesco peluche (no, en serio, en una ocasión le confundieron de verdad con un peluche en un Toys'R'Us), y una capacidad sorprendentemente elevada para cambiar de "chip" entre el guía profesional, serio y centrado (cuando estaba trabajando), y el perro juguetón y juerguista que se hace amigo de todo el mundo (en cuanto no llevaba el arnés de guía puesto). De hecho, conozco personas a los que "no les gustaban los perros pero a él le adoraban", incluso hubo un compañero de trabajo que le mencionó en exactamente esos términos en su discurso de jubilación. También conoció a personas con fobia a los perros que decían que era el único perro que no les daba miedo.
Esa capacidad de "cambiar de chip" fue, precisamente, la razón por la que Xirto pudo ser al mismo tiempo perro de asistencia (guía) y perro de terapia (READ). Un perro de asistencia debe permanecer siempre centrado en aquella única persona cuyas necesidades asiste, sin prestar excesiva atención a la gente que le rodea. Por el contrario, un perro de terapia debe ser capaz de ser sociable con cualquier persona a la que esté prestando terapia. Son requisitos de comportamiento básicamente antagónicos, y es rarísimo que un solo animal sea capaz de hacer ambas cosas, y más aún, de hacerlas siempre cuando es necesario en cada caso, sin confundirse. Pero si había algo que a Xirto se le daba mejor que a otros perros, era ser capaz de alternar entre ambos comportamientos según se necesitara.
Unos años después de recibir a Xirto, a mi hija de pocos años le diagnosticaron retraso madurativo y no sabíamos si iba a poder leer bien en el futuro. En esa época me hablaron sobre READ, me informé y me pareció interesante. Decidí ver si podía entrenar a Xirto como perro de lectura para, de ser necesario, poder ayudar a mi hija a leer correctamente. Cuando contacté con Elena para certificar a un perro para el programa READ, ella se sorprendió sobremanera al saber que Xirto era un perro guia. Ella y Lorena vinieron a conocerle para ver si daba el perfil para poder siquiera considerar entrenarlo y examinarlo. Gracias al gran carisma de Xirto, que les hizo amplia muestra de su capacidad para "cambiar de chip", consideraron que de hecho era perfectamente apto para entrenarse como perro READ. Y como suele decirse, "el resto es historia".
Xirto nunca ejerció "profesionalmente" de perro READ por razones legales, pero fue abanderado del programa y de los perros de asistencia y de terapia en general durante toda su vida. Debido a mi trabajo, me acompañó a muchos viajes, donde mucha gente desconocía lo que era un perro guía y un perro de terapia; hubo incluso lugares donde era el primero que habían visto. Con su ejemplo, Xirto abrió un montón de puertas para otros perros. Incluso en congresos internacionales de mi profesión (bibliotecaria), donde su ejemplo por su doble formación resultaba particularmente relevante para bibliotecarios de todo el mundo.
En resumen, Xirto ha tenido mejor destino que muchas personas, ya que dio mucho amor y lo recibió en igual medida, y dejó una huella de buenas obras a su paso. Y todos los que le conocieron le recuerdan con cariño, con respeto y como un perro feliz.
Donde hay un perro, siempre hay un camino.
"Hasta que no hayas amado a un animal, una parte de tu alma permanecerá dormida" (Anatole France).
Isabel Y Tika.